Libertad Cambiaria, ¿Cómo? ¿Qué?

Daniel LahoudDaniel Lahoud.- Una de las cosas fundamentales que enseña el nuevo convenio cambiario es que la economía no puede ser controlada, ni regulada. Eso es algo que las personas de todas partes aprenden y olvidan. Incluso los versados en materia económica deben actualizar este conocimiento a cada momento. Pero por sobre todo, los abogados deben entender, la Ley no es lo que está escrito, es lo que se ejecuta en los actos humanos y que no perjudica a ninguna de las partes, independientemente de lo que dicte una norma en un papel.

El mercado está libre en el papel, pero no funciona. Si alguien quiere comprar o vender dólares, hay un mercado negro, lo que demuestra que nuestros nacionales, independientemente de lo que digan todos, son más inteligentes que sus propios gobernantes.

Pareciera que el gobierno tiene una sed intensa por apropiarse de cuanto le rodea, en la creencia falsa de que todo lo que tienen los demás es un negocio rentable. El gobierno cree que las remesas son un negocio jugoso y quiere por todos los medios echarle mano y tomarlo. Por eso estableció una tasa para las remesas y ahora quiere liberar el cambio, para ver quiénes son los que realizan este tipo de operaciones y aprovecharlos. Pero, las personas que necesitan vender y comprar, siguen en el llamado mercado negro. La razón fundamental para ello es que la tasa de cambio del negro es más apetitosa para quien vende y el que compra sabe que ahí si hay dólares para comprar.

Ahora, hay algo más que escucho con mucha frecuencia en conversaciones de pasillo, incluso en personas que deberían saber de economía, y eso es lo que más sorprende. Hay gente que cree que para que exista un mercado libre de divisas, el banco central debe ser el que provea los dólares y que por eso, no sería posible establecer un mercado libre sin la solicitud de préstamos a instituciones financieras internacionales, como el FMI. Pues, no es así, el mercado de divisas funciona con los dólares que los vendedores están dispuestos a vender. Incluso, cuando hablan de dolarización, se refieren a que no podría realizarse, porque el banco central no tiene reservas para que esto funcione, y ponen como ejemplo al Ecuador. Nada más falso. En ecuador, cuando comenzó el mercado libre y dolarizado, lo hizo con los dólares que había en las carteras de los mismos ecuatorianos, y hasta hoy es así. Por si no lo sabían así funcionan todos los mercados, quien tiene papas las lleva y quien quiere comprar las compra, hasta que se acabe y venga más producto. Entonces, no hace falta que el banco central esté buchón de dólares para abrir el mercado, y nuestro mercado lo está diciendo a gritos, para quien lo quiera escuchar, lo que hace falta es confianza, y la confianza no se decreta.

Otra cosa es el precio. Si el mercado estuviese libre, el precio hubiese bajado de manera ostensible y eso no ha ocurrido. Aquí también tenemos que relatar algo que es importante, el precio no lo fija una parte del mercado, el precio lo fijan las dos partes en el mercado y normalmente lo fijan los menos interesados (los marginales) es decir, si hay muchos vendedores desesperados, el precio baja y si hay muchos compradores desesperados el precio sube. Pero cuando está tranquilo, son los mejores vendedores (los que se conforman con el precio más bajo) que se encuentran con los mejores compradores (los que están dispuestos a pagar el precio más alto) los que fijan el precio. No hace falta que un banco central o que un gran operador regule al mercado, el precio aparece solo, sin necesidad de formular ecuaciones, modelos y otras sofisticaciones innecesarias. Si el mercado se hubiese liberado de verdad en una situación como esta, habría más personas con dólares que quieren vender, que personas con deseos de comprarlos. Esto porque si el mercado estuviese libre, quienes quisieran comprar perderían el estímulo de lo prohibido, y escaso, y comenzarían a funcionar como si hubiese abundancia. Eso irremediablemente bajaría los precios, pero eso no ha ocurrido.

Hay otro elemento que contribuiría a estabilizar el cambio, y es otra institución segura y confiable. Un mercado de futuros de divisas, eso llevaría a quienes juegan con el cambio a procurarse esas especulaciones sin afectar el volumen de dólares necesario para el funcionamiento de la economía. Por tanto, habría que establecer urgentemente un mercado de futuros de divisas, para darle más eficiencia al mercado regular de cambios.

Entonces, los mercados, incluso el de divisas de cualquier país, funcionan sin que requieran bancos centrales y sin que haya conspiradores que lo muevan a un lado u otro. Solo basta ver las cosas como son y no como nos las imaginamos.

 

@daniellahoud

 

Volver arriba