¿Es la renta variable una opción de financiamiento en Venezuela?

Luis Gerardo GarcíaLuis Gerardo García.- En los últimos meses, el crecimiento de la Bolsa de Valores de Caracas (medido por la variación del Índice Bursátil Caracas, IBC) ha sido una de las noticias de mayor difusión en el país. De acuerdo con cifras oficiales de la Bolsa de Valores de Caracas, en 2018 el IBC creció 123.985%, mientras que la variación del tipo de cambio no oficial, de acuerdo a nuestros cálculos, fue de 63.775%. Desde el punto de vista del inversionista, la posibilidad de obtener rendimientos reales (ajustados por inflación) menos negativos, o quizás positivos, es obvia. Pero para una empresa ¿es el mercado de renta variable una opción viable de financiamiento?

Lo primero que hay que mencionar es que el mercado de renta variable exige, de un emisor, una disciplina mayor que el mercado de renta fija y, en comparación con el mercado bancario, la diferencia en disciplina (medida como mantener libros contables al día y bajo un código de cuentas predeterminado, proveer información amplia, responder inquietudes de terceros, etc.) es abismal. Esto se debe a que los inversionistas que participan en renta variable son, esencialmente, socios de los accionistas existentes, y como tales, tienen derecho a conocer con mayor profundidad el modelo de negocios y tener de inmediato la información que le permita formarse juicios de valor. En última instancia, todos estos elementos, en su conjunto, permiten al inversionista tener una apreciación del valor justo de una compañía y actuar en consecuencia.

La renta variable exige, entonces, de una empresa el proveer más información en el menor tiempo posible. El mercado demanda, también, dar cabida a terceros no relacionados dentro de sus órganos de dirección, así como adoptar medidas que eviten la discriminación entre los accionistas. En contraprestación, la empresa accede a un potencial de recursos muy amplio, que le da un valor mesurable en un momento dado y que, a diferencia de la renta fija, no establece una obligación legal de repago de la inversión.

En Argentina, el indicador Capitalización de Mercado como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) se duplicó en seis años, pasando de 8,3% en 2011 a 17,1% en 2017. En el mismo período, el PIB creció 20,8% en términos corrientes, con lo que podemos inferir, entonces, que la Capitalización de Mercado de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (el mercado más representativo en el país) creció 150% en ese período. Ese crecimiento fue capturado tanto por compañías inscritas como por nuevos emisores.

En el caso venezolano, la Capitalización de Mercado como porcentaje del PIB es el más bajo de la región (2,8% en 2018). Esto indicaría que, a pesar del crecimiento que ha mostrado el mercado en el último año, hay un potencial actual de oferta de recursos que podríamos medir en más de ocho mil millones de dólares, aún dentro de la volatilidad que ha vivido el país desde inicios del año. Imaginemos entonces, adónde podría llegar el mercado, y cuál podría ser esa oferta de recursos financieros para nuevos emisores, si los actores económicos vislumbran mejores perspectivas para Venezuela en el futuro mediato.

 

@VzlanaF

 

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