La Teoría Austríaca del Ciclo Económico

Daniel LahoudDaniel Lahoud.- La semana pasada, critiqué la visión de Krugman, y dije que eso no tenía nada que ver con la Teoría Austríaca del Ciclo Económico, esta semana voy a explicar en qué consiste. Lo primero que vamos a suponer es que estamos en el fondo de una recesión, en ese momento hay mucho desempleo y los precios han caído. Hay un clima muy pesimista, pero al mismo tiempo ocurre que hay personas que tienen una mejora sustancial de sus ingresos reales (quienes tienen trabajo y ven que los precios han bajado). Si los dejáramos actuar, ellos lentamente contribuirían a recuperar la economía y la llevarían lentamente a un estado de crecimiento generalizado. Eso es lo que en algún momento le dijo Pigou a Keynes, y que quienes lo recuerdan lo llaman “Efecto Pigou.” Era lo que ocurría, cuando no existían los bancos centrales y era lo que producía crecimiento económico sin estas recesiones tan terribles.

Sin embargo, los políticos y algunas personas de la opinión pública, probablemente dirán, pero eso supone que tenemos que esperar demasiado. Por eso, desde que hay bancos centrales, los bancos centrales intervienen y empujan la economía realizando política monetaria expansiva. Eso es lo que los keynesianos aúpan afirmando que es labor del banco central hacer eso. O que Mr. Krugman llama “estimular” la economía.

Bueno ahí es donde comienza la explicación de la Teoría Austríaca del Ciclo Económico. Esa acción produce una baja artificial en la tasa de interés y todas las facilidades crediticias, lleva a que algunos empresarios asuman esas tasas como las válidas y descuenten sus proyectos, llevándolos a tomar la decisión de arrancar algunos proyectos de inversión para los que los recursos existentes son insuficientes y las necesidades futuras no requieren. Esos proyectos son los que llaman los austríacos (Mises y Hayek) malas inversiones (malinvestments). Esas son las que crearán la distorsión que llamamos ciclo económico.

Mientras se da el crecimiento, no se nota nada, por el contrario, las personas se hacen cada vez más optimistas y el ambiente de los negocios mejora sustancialmente. Todo ese crecimiento está basado en dinero barato, es decir crédito que no tiene como fundamento ahorro genuino y por tanto, supone que el sistema financiero también participa del desenfreno. Como esas malas inversiones, están mezcladas con las inversiones que sí tienen coherencia para el momento, se produce una expansión de la demanda de recursos para la producción, haciendo que estos se encarezcan, eso va haciendo a las malas inversiones cada vez más difíciles de ser ejecutables, por lo que poco a poco el único sustento que tienen es el crédito barato.

Cuando la economía se encuentra en pleno crecimiento y cuando todas las visiones pesimistas desaparecen, el banco central detecta que se está produciendo un crecimiento importante en los precios del consumo, eso lo lleva a ajustar las tasas de interés al alza y esa es la señal que definitivamente desata la estampida. Las malas inversiones no pueden sostenerse y comienzan a fracasar, esta situación también afecta al sistema financiero, porque si algunos bancos están excesivamente concentrados en esas inversiones equivocadas, sus situaciones financieras corren peligro y es ahí donde se desata la famosa “crisis financiera.” También la subida de tasas de interés afecta al mercado bursátil provocando el crack. Por eso, ese es el momento más delicado de todo el ciclo y esa razón es por lo que a ese transito se le denomina crisis. Fíjense, no ocurre por el pesimismo generalizado, todo lo contrario, por lo que quienes afirman esa situación están cometiendo un error de apreciación. El pesimismo aparece luego, cuando ya la economía se cayó.

Luego de eso, no importa lo que haga el banco central, lo único que queda es dejar que el sistema se acomode y que se prepare para una nueva recuperación, es por esto que los austríacos no son bien vistos por los “cortoplacistas” que creen que hay una política para cada momento y para cada situación. Si no lo quieren creer, fíjense cuando se desató la crisis de 2008, el FED bajó las tasas de interés para evitar el colapso, y de todas maneras ocurrió, entonces hay que preguntarse ¿por qué el FED no pudo evitar la recesión posterior a la crisis del 2008?, pregúntense ¿por qué la economía no se recuperó de inmediato con el estímulo de una tasa de interés baja? Contrario a lo esperado la economía alargó la recesión. Entonces, las crisis son producto de “errores de política económica” que ejecuta el banco central siguiendo las mismas recetas que aúpa el señor Krugman en su artículo. La razón de la crisis no es el desenfreno, este es consecuencia, de las políticas que se recomiendan en todos los libros de macroeconomía, por la pésima actuación del banco central al bajar las tasas al forzar la recuperación de una manera artificial. Mises dice en la Acción Humana: “Es claro que en ningún caso puede la manipulación bancaria proporcionar al sistema económico los bienes de capital. Para una efectiva expansión de la producción, lo que se necesita son nuevos bienes de capital, no dinero ni medios fiduciarios. El auge de la expansión crediticia se apoya en las arenas movedizas del papel moneda y el dinero bancario: por eso, al final, se viene abajo.” (p. 665).

 

@daniellahoud

 

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